Nuestras raíces

Los padres fundadores de aquél entonces le otorgaron a la empresa una tarea principal inequívoca: proveer a las instituciones de la iglesia con medios crediticios y asesorarles en cuestiones financieras. En nuestra calidad de banco especial para la iglesia y sus instituciones, hoy por hoy seguimos sintiéndonos comprometidos con los valores cristianos y nos regimos por ellos en nuestra política comercial.

Somos un banco cooperativo. Entre nuestros clientes se encuentran clientes comerciales como hospitales, fundaciones, empresas eclesiásticas de construcción de viviendas, instituciones geriátricas y de minusválidos u hospicios y otras ONG sin ánimo de lucro y, por supuesto, una gran cantidad de clientes privados, especialmente nuestros empleados y los empleados de estas instituciones. Básicamente, el banco está abierto a personas físicas que compartan nuestra estrategia comercial basada en la doctrina cristiana orientada a la sustentabilidad.

También en el extranjero aumenta el número de instituciones que confían en las prestaciones del BIB. En los últimos años, una multitud de institutos microfinancieros e instituciones eclesiásticas de alrededor de 60 países en vías de desarrollo y de transición se han convertido en fieles clientes del BIB.